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Identidad y Territorio

Canarias está en una situación crítica en lo que se refiere a derechos de la clase trabajadora y a la dignidad y derechos individuales y sociales de los ciudadanos y las ciudadanas de nuestro país. Las sucesivas crisis económicas han hecho mella en la estructura productiva y los modos en los que se produce y se distribuye la riqueza han ido favoreciendo a los que más tienen y empobreciendo a los más desfavorecidos.

Esos modelos de producción han ido mermando a lo largo de los siglos los diferentes aspectos de la soberanía a los que el pueblo canario aspira y de los que es titular. A los monocultivos agrícolas, los modelos de producción del campo exclusivamente para la exportación, le siguieron los movimientos estratégicos de centralizar en empresas monopolistas el agua, la energía, el transporte y los suministros de productos básicos a la población. Y todo sustentado por el motor del turismo. Un turismo que desde hace 60 años genera un empleo feminizado y precario, sin la cualificación deseada que hurta el desarrollo de todas las potencialidades que tenemos como pueblo en una tierra llena de recursos y de personas imaginativas para aprovecharlos de una manera sostenible.

En una dinámica lenta, constante y cruel el colonialismo lleva siglos intentando que perdamos nuestra memoria común como pueblo, nuestra idiosincrasia como gente de islas y los modos productivos que nos han permitido, a lo largo de la historia, sobrevivir en las épocas más adversas. La dualidad de nuestro proceso identitario, basado en una cultura costera solapada con una cultura de agricultura y ganadería de medianías, es lo que ha permitido a nuestro pueblo salvar los grandes momentos históricos de hambrunas y de aislamiento. Pequeñas producciones y mucha solidaridad. Pero es que el colonialismo también va a por eso.

Un pueblo sin memoria, olvidado de su idiosincrasia, sin la reivindicación identitaria y además con hambre es un pueblo que ha perdido el orgullo y la esperanza. Con la crisis económica y sanitaria provocada por una pandemia, la covid-19, en Canarias se han perdido miles o cientos de miles de puestos de trabajo, los sistemas de producción en todos los sectores están cambiando de manos, se están centralizando y lo que reciben y recibirán muchos canarios y canarias serán las paupérrimas ayudas temporales de un Estado que nunca ha reconocido las singularidades y las reivindicaciones soberanistas de un pueblo como el nuestro.

Canarias puede llegar a ser en breve un pueblo con hambre. Los datos del número de familias y personas en la pobreza o en el umbral de la pobreza lo evidencian.

Intersindical Canaria es un sindicato de clase e independentista que representa las legítimas aspiraciones de la clase obrera canaria. Pero también es un sindicato que debe evidenciarse como un sindicato solidario, imbricado en tejido social y cercano a las necesidades perentorias de la ciudadanía. Intersindical Canaria debe apostar y desarrollar las capacidades de articular mecanismos de reparto de la riqueza a la escala que sea necesaria, pequeña o grande, que permita paliar las necesidades diarias de muchos canarios en situación extrema necesidad al tiempo que se convierta en un sindicato que apueste por el desarrollo del sector primario como primer eje de la soberanía alimentaria a la que debemos aspirar.

Debemos mirar al sector primario con cariño y entenderlo en los tiempos con modernidad, entenderlo como la fuente que puede contribuir a paliar el hambre de muchos que ya lo necesitan, de mejorar la calidad alimentaria de los que tienen recursos para comprar y la manera de reestructurar las redes solidarias una sociedad que busca el camino del futuro.

Por todo ello, el Pleno del VIII Congreso Confederal Ordinario acuerda discutir y aprobar la siguiente RESOLUCIÓN:

1.-Habilitar con la supervisión del Secretariado Nacional Confederal, a los órganos Nacionales, Federales e Insulares para que pongan en marcha mecanismos de solidaridad que vayan encaminados a abastecer a los afiliados de los sectores más golpeados por las sucesivas crisis, de los recursos alimentarios básicos.

2.-Establecer las redes de solidaridad entre los productores primarios y los consumidores de tal forma que Intersindical Canaria sea partícipe en la mejora de la calidad alimentaria de todos los afiliados y afiliadas a partir de productos producidos en Canarias y facilitar que los afiliados y afiliadas y parte de la sociedad menos favorecida, sin recursos básicos en esta época de crisis, se beneficien y disfruten de esas redes de abastecimiento y solidaridad.

3.-Hacer una apuesta por la agricultura de medianías, por la producción sostenible y por el desarrollo de un sector primario que debe estar en manos de pequeños agricultores, ganaderos y pescadores, a tiempo completos o a tiempo parciales.

4.-Tener de referencia para desarrollar toda esta propuesta al enorme potencial humano que tenemos entre los que constituimos Intersindical Canaria.

En Canarias, a 30 de enero de 2021

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