27 de agosto 1540
Iniciado por los españoles el negocio de la venta de aborígenes canarios, aparece en esa fecha con numero 161 el primer documento por pleito de lo que serían otras muchas y sucesivas reclamaciones por la venta ilegal y fraudulenta de esclavos guanches. Por lo general las denuncias planteadas durante los años 1540 y 1541 tenían su origen en la “ilegal” venta de nativos ya convertidos al cristianismo, viéndose estafados los compradores al haber adquirido un esclavo que ya era propiedad de la iglesia. El incumplimiento de este precepto fue principalmente practicado de forma impune por el genocida Alonso Fernández de Lugo a través de sus colaboradores.