Oh là là. La policía tiene un sindicato y el sindicato tiene un amor. Al sindicato le gusta el hombre duro y quiere casarse con Machomán.

Uno entiende que lo facha, el desahucio express, la patada en la puerta, el matonismo, la amenaza, debería ser ilegal. Pero lejos de eso, tenemos un sindicato de policía interesado en aprender de quienes andan en ello. Al parecer, la policía no sabe defenderse sola ¿De quién? De nosotros, claro. Es sabido que la gente del país se dedica a atacar a la policía en cuanto la coge desprevenida.

 Todos hemos visto más de un vídeo en que policías armados con porras maltrataban a unos chicos inmigrantes que no ofrecían resistencia. Era violencia innecesaria y por tanto ilegítima. No les pagamos para eso. Cualquier persona sensata pensaría al verlo que esos policías deberían ser sancionados y reeducados. Pero parece que ellos quieren encargarle su educación a los muy instruidos ciudadanos ejemplares de Desokupa®. Sin duda esto mejorará notoriamente el ejercicio democrático de la función policial, además de su prestigio y su imagen ante los ciudadanos. Todo funcionario que se entrene con ellos obtendrá el título de polikupa.

Yo pensaba, ignorante de mí, que la policía no sólo sabía defenderse sino que era capaz de defenderme. Y ahora acabo de descubrir que son unos inútiles que tienen que aprender defensa personal porque van por la vida armados con pistola y porra pero se asustan de la gente. Tranquilo me quedo.

 Cabría la posibilidad de que, una vez cesado el inútil de Marlaska, el Ministerio del Interior hiciera algo al respecto, incluida la ilegalización del matonismo y de que nadie, absolutamente nadie, que no sea un agente de la ley pueda tocar en la puerta de ninguna familia, sea okupa o moroso. Es una posibilidad si queremos mantener los desencuentros dentro de la ley. Pero si, en lugar de ello, se permite el uso de la violencia privada, acabamos de ver que eso nos lleva a que un sindicato de ultraderecha quiera que la policía aprenda de quienes usan esos métodos.

De ser éste el camino elegido, pronto seremos un país en el que el sindicato de maestros de preescolar pueda contratar la educación de sus afiliados con una asociación de pederastas. La propia presidenta de la Comunidad de Madrid podría crear una empresa sobre gestión de residencias de viejos y contratar con el sindicato de trabajadores del sector la educación de sus afiliados; los viejos mejorarán mucho y a ella no le hará falta renunciar a la presidencia, que siempre puede poner la empresa a nombre de su hermano. Propongo, para redondear, que los médicos y las enfermeras utilicen sus sindicatos para contratar su formación continuada con alguna asociación de anti-vacunas. Insisto, me quedo muy tranquilo.

Antonio Cabrera de León