Tras ser ametrallado en su domicilio del barrio de Somosierra de Santa Cruz de Tenerife, el 24 de septiembre muere en el Hospital a los 21 años de edad el independentista y estudiante de Magisterio, Bartolomé García Lorenzo. Un gran número de ciudadanos se concentraron esa misma noche espontáneamente en la plaza del barrio, dando lugar a una manifestación nocturna que se dirigió hacia el Gobierno Civil. La marcha es interceptada y disuelta por la policía, iniciándose una noche de violencia en la capital con desórdenes y destrucción de algunas dependencias gubernamentales. La ridícula nota oficial del gobierno, habla de que los disparos policiales fueron el resultado de un error al disponer la policía de una información que aseguraba que en el domicilio de Bartolomé se encontraba, Ángel Cabrera “El Rubio”, presunto secuestrador del empresario Eufemiano Fuentes.

El sábado, 25 de septiembre, tiene lugar el funeral y entierro del joven Bartolomé al que asisten unas 25 mil personas,el lunes 27, una HUELGA GENERAL paraliza la capital tinerfeña y gran parte de la isla. Enfrentamientos, saltos, barricadas cargas policiales, bombas de humo, disparos y gran violencia policial en el intento de evitar el cierre de las empresas. Fue el resumen de una jornada en la que las fuentes oficiales hicieron un balance de 20 policías heridos, 23 detenidos, 500 automóviles dañados y unos 15 millones de pesetas en daños de diversa consideración. Fue esta la primera huelga general de la era franquista en Canarias, prolongándose durante varios días las manifestaciones, revueltas y enfrentamientos con la policía.