Las importantes reticencias de las diferentes comunidades autónomas del Estado para el reparto de los menores migrantes, además de suponer una hostil insolidaridad con las islas, denota, aunque se pretenda maquillar, una actitud segregacionista para con el país canario y un sesgo xenófobo de los respectivos gobiernos autonómicos hacia la migración africana.
De tal manera, las diferentes autonomías y sin exclusión de partidos políticos, dan carta de naturalidad al hecho de que Canarias se perpetue como territorio exclusivo de deportación y concentración que les libra del movimiento migratorio africano que no desean en sus respectivos territorios.
No de otra forma se puede interpretar el proceder de los gobiernos autonómicos que, al contario de atender las repetidas peticiones de Canarias para la redistribución proporcional de los cerca de 6000 menores y adolescentes africanos asentados en Canarias, con diferentes estratagemas, eluden cualquier tipo de compromiso que desahogue la situación límite de las islas, sobresaturada de espacios de acogida, pero también realizando un sobreesfuerzo asistencial añadido para cubrir las necesidades básicas de la migración y mediante el uso de unos servicios públicos, especialmente los sanitarios, sistémicamente saturados. En las actuales circunstancias, hay que afirmar sin rodeos, que, con la falta de respuesta al problema, se está empujando a los menores a la práctica de actividades punibles ante la carencia de recursos de subsistencia básicos y desarraigo social.
En los hechos, el gobierno integrado por el PSOE y Sumar, desde el inicio de la crisis migratoria, han rehuido las acciones legislativas y políticas para, mediante la reforma de la Ley de Extranjería o la disuasión al gobierno de las comunidades autónomas de distinto signo político propiciar un compromiso de cooperación con Canarias.
En la otra orilla, el PP, integrante del gobierno canario mantienen una estrategia evasiva e irresponsablemente inescrutable, seguida de los partidos soberanistas nadando, sin más, en la retórica solidaria.
La Federación de Salud de Intersindical Canaria es de la opinión que, independientemente que se establezcan fórmulas estables y legislativas futuras para el reparto proporcional de la migración, los gobiernos de las diferentes autonomías, en conjunto o individualmente, debe iniciar desde mañana mismo y sin más dilación el proceso de recepción de la migración infantil confinada en las islas.