Federación de Administraciones Públicas
Intersindical Canaria apoya las movilizaciones de las y los trabajadores de la Dirección General de Salud Pública en sus reivindicaciones, que continuarán hasta que exista una respuesta real a la falta de recursos humanos, materiales y económicos. Esta problemática existe también en los Servicios Centrales del Servicio Canario de Salud y en los colectivos profesionales como los inspectores de salud pública que llevan ya meses de protesta.
La situación lleva enquistada más de 25 años sin actualizarse y dotarse adecuadamente.
Los trabajadores exponen:
- La reunión del lunes con el director y el secretario del Servicio Canario de la Salud no ha supuesto ningún avance en la mejora de la situación de la Dirección General de Salud Pública, que agoniza en un lento proceso de progresiva pauperización.
- La pandemia de covid-19 ha puesto en evidencia la insuficiencia de medios y de personal, presupuesto ínfimo e instalaciones inadecuadas para el desempeño de competencias fundamentales para la protección de la salud de la ciudadanía.
- El personal de Salud Pública reclama el incremento y mejora de la plantilla cubriendo los puestos con personal estable, reconocimiento de la carrera profesional sanitaria, y adecuación, actualización y acondicionamiento urgente de las instalaciones y de los puestos de trabajo.
El personal de la Dirección General de Salud Pública ha vuelto a reclamar hoy, frente a las sedes de la consejería de Sanidad en ambas capitales, medios, personal e instalaciones dignas para poder seguir protegiendo la salud de la población.
“Tenemos que salir a la calle y gritar para pedir lo que se nos niega en los despachos. Si no mejoran los recursos destinados a Salud Pública el Sistema Sanitario Público colapsará irremediablemente y lo sucedido en la pandemia es un claro ejemplo de ello. Tenemos que seguir en la calle, no queda otro remedio” han señalado los trabajadores concentrados esta mañana.
Tras la reunión mantenida el pasado lunes día 29 de noviembre entre el comité de reivindicación de la Dirección General de Salud Pública con el director del Servicio Canario de la Salud, no se vislumbra voluntad alguna de solución a las carencias denunciadas reiteradamente, tanto de medios como de personal, con el que poder garantizar la protección de la salud de la población.
La respuesta del director y del secretario del SCS a las demandas del personal de Salud Pública fue derivar la solución de sus necesidades a Función Pública a través de escritos que en ocasiones anteriores ya han demostrado no ser de ninguna utilidad para resolver el grave problema que se plantea.
Como medida de visibilización de la situación de deterioro, precariedad y falta de medios, y para conseguir que sea afrontada y resuelta cuanto antes, se mantienen las concentraciones previstas frente a la sede de la consejería de Sanidad en ambas capitales canarias, y se continúa trabajando a reglamento en el estricto cumplimiento de las competencias que la ley asigna a Salud Pública, y siempre exclusivamente dentro del horario laboral establecido.
Si algo ha quedado meridianamente claro tras la irrupción de la pandemia de covid-19 es la importancia de contar con una adecuada y dotada estructura de Salud Pública capaz de afrontar la vigilancia y el control de las enfermedades y de abordar las crisis sanitarias con agilidad y eficacia.
En cambio, el equipo de la DGSP desarrolla su trabajo en unas dependencias desvencijadas y carentes de espacio, faltos de medios materiales, y con un personal claramente insuficiente que además se ve obligado a llegar a la extenuación para poder cumplir con sus obligaciones, especialmente durante la actual pandemia de covid-19, que se ha afrontado con el personal trabajando en jornadas interminables, incluyendo fines de semana y festivos, en una situación que no es posible mantener.
La última Relación de Puestos de Trabajo en la que se aumentó el número de plazas efectivas fue la de 1996. No se sustituye a nadie en ninguna circunstancia, se amortizan plazas, la tasa de reposición de efectivos es nula, y la RPT no se actualiza desde hace más de 25 años, ni responde a las necesidades reales para dar cumplimiento a las competencias que la Dirección General de Salud Pública tiene atribuidas para proteger la salud de la población canaria.
Esta agónica situación ha sido comunicada reiteradamente a los distintos responsables de la Consejería de Sanidad y del Servicio Canario de la Salud, de éste y de anteriores gobiernos, que hasta el momento han preferido dedicar sus esfuerzos inversores a otros ámbitos, también necesarios, pero sobre todo más visibles y políticamente más rentables a corto y a medio plazo.
En estos últimos 25 años la progresiva asunción de competencias, respondiendo a necesidades sociales y sanitarias, al incremento de población, a la incorporación de nuevos programas transpuestos desde el ámbito europeo, nacional y la evolución de los autonómicos, asociados todo ello a la congelación de las plantillas desde la última crisis, junto con una reducción de personal, han puesto en una situación límite y al borde del colapso a la que debería ser uno de los ejes fundamentales de la sanidad, la prevención, y a Salud Pública como instrumento ejecutivo.
La evolución de la última década demuestra una tendencia a la aparición de nuevas crisis de salud con mayor asiduidad, asociadas al cambio climático y a la presión demográfica creciente, influyendo de manera directa a la salud pública. Por ello, como plantea la UNESCO, es URGENTE que se dote adecuadamente de recursos a las políticas preventivas.