El acuerdo de diálogo social sobre pensiones alcanzado la semana pasada entre la patronal, los sindicatos CCOO y UGT y el ejecutivo, a falta de su aprobación en el Congreso, se ha desvelado como un auténtico lobo neoliberal con piel de cordero progresista. Tanto es así, que además de no aportar en el plano de la jubilación avances significativos más allá de prolongar la vida activa de los trabajadores o incrementar sus vidas laborales para acceder a determinados tipos de retiro, y que han sido maquillados de grandes logros, en el plano de la atención sanitaria a los trabajadores, abre la caja de Pandora a la completa privatización de la atención a los trabajadores, derivando a las mutuas, no sólo los accidentes laborales sino cualquier tipo de dolencia, por ahora Traumatológica.
Es decir, los médicos de la Sanidad Pública podrán derivar a las mutuas casos de Incapacidad Temporal (No derivada de accidente laboral) en enfermedades comunes de origen traumatológico en aquellos procesos que tengan una duración “Superior a lo recomendado”, pero además, “para la realización de las actuaciones sanitarias que estime necesarias el Servicio Público de Salud en los procesos de Incapacidad Temporal, realización de pruebas diagnósticas, tratamientos terapéuticos y rehabilitadores, incluidas las intervenciones quirúrgicas”. Como es sabido, el afán economicista de las mutuas y las empresas, nada tiene que ver con mejorar las condiciones laborales de los trabajadores para evitar que enfermen, sobre todo en profesiones de elevadas cargas de trabajo físico, como puede ser el sector sanitario, sino que es la herramienta que se pretende utilizar, vinculada al discurso repetitivo sobre el “Absentismo laboral” para coartar otro derecho básico de la clase obrera: a enfermar y tener una recuperación basada en criterios de la ciencia médica y no en plazos estadísticos.
La negociación entre la Seguridad Social y las mutuas llevaba meses sobre la mesa, tal como denunció en su día Intersindical Canaria, cuando fue conocedora del borrador cuya redefinición fue uno de los puntos pactados en el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva suscrito entre patronal y Sindicatos españoles en mayo de 2023. Lo que se plantea es un servicio de salud basado en las mutuas para que los trabajadores se incorporen a la mayor brevedad posible, aunque no estén recuperados, y un sistema sanitario público para la población no activa y que al parecer, puede esperar en un sistema al que se destinarán cada vez, menos recursos humanos y materiales.
Desde Intersindical Canaria, manifestamos encontrarnos ante la mayor andanada privatizadora e intento de desmantelamiento de la sanidad pública y de la gestión de la Salud Laboral vista hasta ahora, al tiempo que expresamos nuestro total rechazo a la misma y exigimos al Gobierno de Canarias, por la excesiva vulnerabilidad sociolaboral de este país, que no se aplique y se priorice a la Sanidad Pública.