Federico Aguilera y Chema Tante
Estas muertes y las muchas más causadas por lo que ahora llaman “fenómenos climáticos adversos” no son un castigo divino, ni mucho menos una catástrofe natural sobrevenida. Y de todas estas muertes hay responsables. Son los gobiernos y los empresarios que, como hacían sus antecesores medievales, adjudican a causas naturales y sobrenaturales todas las calamidades, nunca a sus propios pecados. Sin embargo, los antiguos tenían el atenuante de la ignorancia. Los de hoy, no. Los de hoy saben perfectamente, o deberían saberlo, porque se lo venimos explicando mucha gente, mucho tiempo, con mucha insistencia, que estos graves siniestros suceden por el empeño de mantener unas pautas de producción y de consumo que están arrasando la habitabilidad del planeta. Comparar el cambio climático consecuencia del modelo económico neoliberal con la erupción del Tajogaite en La Palma o con una nevada, resulta absurdo y engañoso.
Estas muertes lamentables, este sufrimiento colectivo, se genera por el objetivo de obtener un beneficio elevado, caiga quien caiga, muera quien muera. Y tratando de engañar, con las medidas de lucha contra el cambio climático, de “transición ecológica” que, cuando no son incompletas, son contraproducentes y en los pocos casos que podrían ser efectivas, simplemente, no se aplican. Quedan muy bien, los acuerdos y las leyes, las metas y propuestas, que se quedan en el papel, sin que nadie, desde el poder de la política y del dinero, las respeten.
Los medios obedientes siguen justificando la DANA, y demás desgracias de este tipo, como si fueran algo habitual... por eso hablan de DESASTRES NATURALES... pero este y otros desastres no tienen nada de natural. Los medios, al servicio del poder, ignoran todo lo que ya estaba anunciado e ignorando la pérdida de vidas humanas...
En 2001, hace ya 23 años, el Worldwatch Institute publicó un lúcido Informe, elaborado por Janet Abramowitz, cuyo título aclara las posibles dudas sobre lo que está ocurriendo y sobre la reciente DANA, UNNATURAL DISASTERS es el título.
Podríamos traducirlo al español como DESASTRES NO NATURALES........
Insistamos: hace 23 años... ¿Servirá para que alguno de los medios habitualmente creadores de confusión pueda informar con claridad? Habrá que dudarlo…