Las trabajadoras y trabajadores del servicio de ayuda a domicilio de Santa Cruz de Tenerife, bajo responsabilidad del ayuntamiento de la capital, pero adjudicado a la empresa Apende (CLECE), han decidido poner fin a una situación que, aunque mantenida en el tiempo, es ahora, a través de sus organizaciones sindicales, cuando han decidido denunciar y exigir soluciones.
El servicio, integrado por unos doscientos trabajadores y del que son beneficiarios unos 1.200 usuarios con diferentes tipos de dependencia, viene desde hace tiempo lastrado por la tóxica y caótica gestión realizada por la empresa. De ello dan fe las múltiples reclamaciones, sin respuesta, llegadas a la Corporación por parte de los usuarios sobre las graves deficiencias del servicio, a la que se unen ahora las denuncias del personal por las prácticas laborales esclavistas y abusivas de la empresa CLECE.
El descontento, tanto de usuarios como trabajadores, tienen una única raíz, y que no es otra que las relaciones laborales ahora expuestas por el Comité de Empresa y los sindicatos INTERSINDICAL CANARIA, CC.OO, USO y CGT.
Las características de la larga lista de reclamaciones, al tanto que retrata a CLECE como una entidad empresarial de alta peligrosidad social y salvajemente lucrativa, sitúa al grupo de gobierno del ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y a su concejalía de Acción Social, como “colaboradores necesarios” de la serie de ilegalidades extremas cometidas por la empresa que se han mantenido durante largo tiempo.
No cobrar el salario mínimo interprofesional, el no abono del sueldo cuando usuario no se encuentra en el domicilio o no se puede acceder a él, el incumplimiento de los dos días de descanso semanal, el rechazo empresarial al reconocimiento de los accidentes laborales, el desprecio a la actividad sociosanitaria del personal para ser vendido y utilizado sólo como limpiador, el despotismo de la dirección y las encargadas hacia las trabajadoras/es… Estas circunstancias convierten en infames y esclavistas las relaciones laborales que impone CLECE que, además han sido y son toleradas por el gobierno de la corporación de Santa Cruz de Tenerife (CC-PP). Una situación laboral ésta, difícil de creer, pero real.
Los días 4 y 25 de octubre, las trabajadoras se concentrarán frente al consistorio, tras lo que se valorará, según los resultados alcanzados, la suspensión de la actividad laboral.