Este 12 de diciembre, un año más, algunos recordaremos, y alguno publicará algo, sobre el aniversario del asesinato del joven Javier Fernández Quesada en las escaleras de la Universidad de La Laguna, en 1977. 

Una muerte terrible de un joven en la flor de la vida que quedó impune. Ello fue así porque la investigación fue un verdadero esperpento, un ejemplo de ocultación, ineptitud, ineficacia, sustentada en toneladas de cobardía y/o complicidad de muchos interesados en taparlo, bajo el falso paraguas del interés supremo de “la salvación de la democracia” y “la razón de estado”…Si se hubiese querido… bien en “ese momento, o con posterioridad”… todo hubiera sido bien distinto: los hechos no eran difíciles de aclarar. Eran (éramos) muchos los testigos. Incluso había uno muy importante y de gran peso, por ser entonces   nada menos que diputado socialista (felipista)… el señor Fajardo que, a menos de 100 metros de los sucesos, vio lo sucedido… Sus posibles declaraciones ante un juzgado hubieran pesado muchísimo, al menos a nivel de opinión pública. Pero su cobardía (o las órdenes de arriba) hicieron que se las arreglara para no declarar. 

Sin embargo, este año, aunque tarde, muy tarde, terriblemente tarde… es posible que algo diferente esté sucediendo o vaya a suceder en el objetivo de poner luz y taquígrafos, ante la sociedad de hoy, de lo sucedido entonces, aquel fatídico día… y de la vergonzosa  semana… y meses subsiguientes. 

Después del magnífico trabajo de investigación, y posterior libro, de Rosa Burgos… ”La Bala que cayó del Cielo”…ha llegado el también magnífico documental del cineasta Iván López, “Quesada, la Verdad del Silencio”. El éxito en la asistencia de las presentaciones recientes de este reportaje que, sorteando tropiezos y zancadillas, ha comenzado a distribuirse, va a marcar un antes y un después en volver a poner de actualidad informativa aquellos hechos que se quisieron ocultar, con toda la verdad irrefutable sacada a la luz. Y cuando, muy pronto, sea posible acceder a este documento visual en redes sociales o en alguna plataforma digital… habrá que viralizarlo para que su impacto social se multiplique exponencialmente. 

¿Por qué es tan importante que esto suceda? ¿Solo como una reparación de “memoria histórica” ante unos hechos vergonzosos de nuestra tan falsamente denominada “transición pacífica”? ¡Flaco favor haríamos al actual y débil sistema democrático  si nos limitáramos a ello! Rápidamente saldría a la palestra el sonsonete mil veces repetido de: Eran tiempos convulsos y difíciles… Fue el precio terrible a pagar para lograr la salvación y consolidación (¿?)  de las libertades que disfrutamos ahora…Se hizo todo lo que se pudo en aquel momento histórico… Son cosas del pasado y no hay que estar abriendo heridas ya cerradas…etc. etc. y más etc. “

Si tan importante es completar, aclarar y examinar exhaustivamente aquellos hechos, y otros parecidos que sucedían con harta frecuencia en aquellos tiempos… es porqueahora se vuelven a dar las circunstancias sociales, políticas, policiales y judiciales que los hicieron posible…y su encubrimiento. ¿Qué eso no puede repetirse porque estamos en una “democracia de libertades consolidadas”?… Ja, ja, ja… por reírse en vez de llorar. En aquellos tiempos había numerosos personajes que enaltecían la dictadura que acababa de concluir… y ahora de nuevo y también… y lo pregonan sin tapujos incluso en sede parlamentaria. En esa época existían elementos fascistas capaces de tratar de imponer esos métodos y usos de la dictadura con la violencia que hiciera falta, incluidas las armas… y ahora también los vuelve a haber. Lo dicen en las redes sin tapujos. En aquel entonces se encontraban en el ámbito político, judicial y policial, personajes ultras con poder dispuestos a, en su caso, tapar y encubrir los crímenes que les favorecieran políticamente… y ahora, de nuevo, también. Hay que estar alerta, reflexionar y pensar sobre ello, prepararse… y no repetir errores. Porque el éxito en el encubrimiento que hacen los criminales políticos de sus crímenes, no es solo culpa de “los malos”…sino también de la ineptitud, desorganización, sectarismo y cainismo de los que se consideran “los buenos”. Ya lo dijo Bertolt Brecht, a poco de la caída del nazismo en Alemania: “cuidado, el vientre que parió a la Bestia(el fascismo) aún es fértil”. Y vaya que sí lo es… si no lo hacemos abortar. Y para ello hay que dejarse de boberías, y remar juntos en la diversidad… y organizados. 

Fdo. 

Tomás Ramos