
La patronal de las empresa de seguridad en huelga, convirtieron la jornada del 7 de septiembre en una operación de sabotaje y boicot a la misma estableciendo, con la complicidad de las autoridades, unos servicios mínimos abusivos superiores al 90% de la plantilla, o no comunicando en algunas de ellas con anterioridad los servicios mínimos. Las empresas, Sinergias de Vigilancia Seguridad, Marsegur y Seguridad Integral Canaria, fueron denunciadas ante la Inspección de Trabajo de Las Palmas por estas prácticas ilegales. Así y todo, el paro fue secundado y los trabajadores libres de servicio salieron en protesta a la calle.
El paro que tenía como objetivo acabar con el sistema esclavista y los bajos salarios que imponen las empresas del sector en Canarias, se desarrolló en las islas de Gran Canaria, Tenerife y Lanzarote, en cuyas capitales se realizaron multitudinarias marchas de protestas de hasta 4 horas de duración y que en Las Palmas llegó a concentrar a más de mil personas.
Durante el recorrido de la manifestación los delegados sindicales y portavoces de los trabajadores realizaron visitas a las diferentes instituciones en las que se entregó a sus respectivos representantes las reivindicaciones laborales y la exigencia de que los organismos públicos hagan cumplir la legislación laboral y el Convenio Colectivo del sector. Las empresas de seguridad se han convertido en Canarias en entidades de bajo coste mediante la sobreexplotación a sus trabajadores, y mayormente, son contratadas por entidades públicas, quienes con su inhibición colaboran en estas prácticas inhumanas.