
La humanidad se enfrenta a uno de sus mayores retos: la crisis climática que pone en riesgo nuestra propia supervivencia y la de un gran número de otras especies y ecosistemas e impacta de manera injusta especialmente en las poblaciones más empobrecidas y vulnerables del mundo.
No responder con suficiente rapidez y contundencia a la emergencia climática y civilizatoria supondría la muerte y/o el malvivir de millones de personas, además de la extinción de muchas especies e, incluso, de ecosistemas completos.
Los datos son contundentes y el tiempo juega en nuestra contra.
Canarias será una de las comunidades más afectadas por la subida del mar como
consecuencia del cambio climático. Según los expertos el aumento oscilará entre
los 15 y 35 centímetros en las islas, lo que implicará un retroceso de las
playas de hasta 15 metros. Otras consecuencias de la que alertan los
científicos es la probable variación de los vientos alisios fundamentales para
el aporte de humedad y lluvia en el archipiélago, e importantísimos para el
refresco de las temperaturas en verano.
De hecho la corriente fría marina que caracteriza al Archipiélago se está
viendo afectada por el deshielo de Groenlandia, y eso podría influir en uno de
los elementos que hacen que nuestro clima sea confortable. Con el tiempo las
noches serán más tropicales y las islas se vean inmersas en un proceso de
desertización. Desde 1985 la temperatura del mar ha aumentado 1 grado
centÍgrado en Canarias. Fenómenos como la calima serán cada vez más frecuentes
y la cercanía al continente africano supondrá más olas de calor.
El cambio climático traerá consecuencias para las generaciones presentes y
futuras que serán catastróficas en todo el mundo: olas de calor más intensas y
prolongadas, sequías recurrentes, desertificación, aumento de los fenómenos
meteorológicos extremos, pérdida de biodiversidad, falta de disponibilidad de
agua potable y tierras fértiles, incendios más virulentos, empobrecimiento y
aumento de las desigualdades en cualquiera de sus expresiones, etc.
Por tanto, las diferentes instituciones europeas, estatales, autonómicas y
locales deben asumir su responsabilidad y estar a la altura de las necesidades
que exige este momento crucial de la Historia. La lucha contra la emergencia
climática no puede supeditarse a una ideología o color político, debe ser
asumida por todos los partidos.
Por todo ello, y en defensa del presente y del futuro, de un planeta vivo y de un mundo justo, las personas y colectivos firmantes nos sumamos en Canarias a la convocatoria internacional de Huelga Mundial por el Clima, del próximo 27 de septiembre, e instamos a toda la sociedad (ciudadanía, todos los actores sociales, ambientales y sindicales) a que se movilice y se sume a la convocatoria de Huelga Mundial por el Clima, difundiendo y participando en las acciones convocadas y lanzando conjuntarme las acciones que estimemos oportunas los colectivos convocantes: huelgas de consumo, cierres patronales de entidades comprometidas y movilizaciones en los centros.