
Lejos de corregir, la judicatura brasileña impuso y ahora aumentó la pena inicial de 9 a 12 años de prisión al ex presidente y líder del Partido de los Trabajadores, Lula da Silva. Por tanto, previsiblemente, Lula no podrá ser candidato a la presidencia el próximo mes de octubre, a pesar de que, a día de hoy, todas las encuestas lo sitúan como el candidato con mayor respaldo popular.
En la misma línea de pronunciamiento de otras organizaciones sindicales mundiales, Intersindical Canaria, reprueba esta nueva maniobra.
Tal como ocurriera con su antecesora Dilma, las pruebas utilizadas contra Lula, carecen de consistencia, pretendiéndose ahora también eliminar al candidato que, saben de antemano, no va a obedecer las directrices del imperialismo americano y de la banca internacional, frenando a la vez la influencia perniciosa de los EE.UU y sus adláteres en América Latina. De tal manera, por métodos sucios, se intenta mantener en el poder al autoritario Temer o a cualquiera de sus correligionarios.
Hay que recordar que esta ofensiva que intenta por métodos sucios evitar que los países americanos sean liderados por representantes de las clases populares ya tuvo sus efectos en Argentina con el dictadorzuelo Macri, en Honduras, utilizan el fraude electoral y la represión para que no gobierne la izquierda; y también en Venezuela, tras la caída de Chávez, continúan tratando de derrocar al gobierno Bolivariano mediante el uso de la fuerza.